30 agosto 2017

Androides y herederas del demonio

ALERTA SPOILERS: Esta entrada va a contener spoilers de la tercera temporada de "Dark Matter" y la segunda de "Wynonna Earp". Ándate con cuidado.


Hay un episodio de la tercera temporada de "Dark Matter", "All the time in the world", que representa bien lo que han sido estos trece capítulos. Tres se encuentra de repente atrapado en su propio bucle temporal, en un Día de la Marmota en el que todos sus intentos para avisar a sus compañeros de lo que está pasando, y para intentar romperlo, dejan algunos de los momentos más entretenidos y divertidos de la entrega. Sin embargo, cuando dicho bucle se resuelve, es la Androide la que de repente se encuentra viajando en el tiempo, pero dando saltos por el futuro. Los vistazos que recibe pintan un panorama tirando a oscuro para la tripulación de la Raza y para ella, y todo parece arrancar con esas naves negras con las que se cierra la temporada.

La invasión de los aliens y su conexión con la compañía que fabricó a Dos remite inevitablemente a la trama de las Sombras de "Babylon 5", aquella raza extraterrestre que fomenta la guerra entre narn y centauri para poder entrar después en la galaxia como Pedro por su casa. Aquí, se aprovechan de la guerra entre las corporaciones para hacer lo mismo, con la diferencia de que ellos se van a marcar también una "invasión de los ultracuerpos". Es una trama que casi no había aparecido hasta la recta final de la entrega, y que se integra en una de las líneas argumentales más exploradas por "Dark Matter": la verdadera naturaleza de Dos y la Androide.

Ésta última ha seguido confirmándose como el gran hallazgo de la serie, sobre todo en toda su reacción ante el descubrimiento de que fue Dos, en su vida anterior, quien la construyó y le dio esos atributos más humanos que ya poseía de base porque no quería perder a la mujer que la había creado a ella y, con el tiempo, se había convertido en bastante más que sólo su creadora. Las interacciones entre esos dos personajes después de ese momento no han tenido precio, y la continuada exploración de su identidad de la Androide es de los aspectos mejor manejados de la serie.


"Wynonna Earp" también ha completado una segunda temporada que ha construido sobre lo que mejor funcionaba en la primera entrega y ha ampliado su mitología, integrando también el embarazo de su actriz protagonista para añadir más matices a la personalidad de Wynonna. De hecho, ha contribuido enormemente a desarrollar más los lazos familiares que la unen a su hermana Waverly, que sabe no es una Earp, y su propia responsabilidad de protectora, más que de Purgatory, del heterodoxo grupo de gente que pelea por mantenerlo a salvo de los demonios que quieren destruirlo.

Ese grupo ha seguido la tradición de las series de Joss Whedon y ha desarrollado dinámicas de familia incluso con los nuevos añadidos, especialmente con un Jeremy que ha funcionado bien como alivio cómico en su presentación. Del mismo modo, las villanas han sido entretenidas y han representado un buen reto para los protagonistas, y la serie se ha preocupado por construirlas más allá del "son las malas a las que hay que derrotar al final".

"Wynonna Earp" es muy consciente de lo que es, y lo aprovecha al máximo. Tira de la buena química entre todos sus actores y del carisma de su protagonista para entretener todo lo que pueda, y en lo que puede presumir es de tener algunos de los paisajes más espectaculares de la ficción reciente. Se rueda en los alrededores de Calgary (Canadá), al igual que "Fargo", y los espacios abiertos cubiertos por la nieve le han dado un toque distintivo y muy personal.

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